17 de marzo de 2014
Julia Marsh del New York Post, al informar sobre la reciente explosión de gas mortal en Harlem que destruyó dos edificios de apartamentos y mató al menos a ocho personas, señaló que un estudiante de secundaria de 20 años fue arrojado de su asiento en un autobús que pasaba debido al impacto de la explosión.
Su abogado, Robert Vilensky, de Ronemus and Vilensky, dijo que la ciudad es responsable de proteger a las personas y que los funcionarios deberían haber inspeccionado las líneas de gas de más de 125 años. El cliente de Robert Vilensky fue llevado a un hospital del área y fue tratado por vasos sanguíneos rotos y ligamentos desgarrados. La fuerza de la explosión no solo rompió las ventanas del autobús, sino que lo levantó de su asiento y lo arrojó contra el interior del autobús.