Las quemaduras térmicas pueden provenir de diversas fuentes, como líquidos hirviendo, fuego o superficies calientes. La gravedad de la quemadura se clasifica en tres grados: quemaduras de primer, segundo y tercer grado. Las quemaduras de primer grado o superficiales afectan la capa externa de la piel, las de segundo grado implican ampollas y las de tercer grado dañan toda la profundidad de la piel y a menudo requieren un injerto de piel.
Además, pueden producirse lesiones eléctricas y químicas por el contacto con fuentes eléctricas de alto voltaje y sustancias corrosivas. Además, las lesiones por inhalación pueden deberse al humo o a vapores tóxicos.
En esta guía, exploraremos las lesiones por quemaduras térmicas, incluidos los tipos de quemaduras, las opciones de tratamiento y los riesgos asociados.
Medición y evaluación de las lesiones por quemaduras térmicas
El área de superficie corporal total (TBSA) se utiliza para medir la extensión de una quemadura. El cuidado adecuado de las quemaduras es necesario para una curación óptima y el alivio del dolor. Enfriar el lugar de la quemadura con agua fría durante al menos 10 minutos es el primer paso en el cuidado de la herida por quemadura, seguido de analgésicos recetados.
Para las quemaduras térmicas graves, se necesitan centros de quemados especializados con tecnología avanzada y experiencia para un tratamiento integral. Es importante tener en cuenta que incluso las quemaduras menores de segundo grado pueden causar dolor debido a las terminaciones nerviosas expuestas, mientras que las quemaduras térmicas de tercer grado pueden no causar mucho dolor debido al daño de las terminaciones nerviosas.
Tipos de quemaduras térmicas
Cada tipo de quemadura es única. Por ejemplo, las quemaduras de primer grado suelen curarse en una semana y dejar cicatrices mínimas. Las quemaduras de segundo grado, como las quemaduras superficiales de espesor parcial, pueden ser superficiales o profundas y pueden requerir distintos cuidados, como un trasplante de piel para lesiones más profundas. Las quemaduras de tercer grado causan lesiones de espesor total y a menudo requieren tratamiento especializado.
Por tanto, es fundamental buscar atención médica de inmediato. Ignorar incluso las quemaduras menores puede provocar infecciones y daños permanentes en los tejidos.
Manténgase seguro tomando precauciones para evitar lesiones térmicas. Además, recuerde las técnicas adecuadas de primeros auxilios en caso de emergencias. La acción rápida y la atención adecuada son clave para tratar las lesiones térmicas. Por lo tanto, priorice su salud y busque ayuda profesional cuando sea necesario. No dejemos que el miedo a perder un tratamiento oportuno ponga en riesgo nuestro bienestar.
Síntomas y signos de una lesión por quemadura térmica
Una quemadura ocurre cuando la piel entra en contacto con cosas o sustancias calientes, lo que provoca quemaduras y daños en el tejido. Es fundamental reconocer los signos y síntomas de una quemadura para obtener ayuda médica rápida y la atención adecuada.
La parte afectada puede ser:
- Roja y ampollada.
- Experimentar dolor y mayor sensibilidad al tacto o cambios de temperatura.
- Quitar la piel quemada.
- Blanca o carbonizada.
- Difícil de mover o usar.
- Tener síntomas sistémicos como fiebre, escalofríos, debilidad o mareos.
Nota: Estos síntomas pueden diferir según la gravedad de la quemadura. En algunos casos, las víctimas de lesiones pueden experimentar poco o ningún dolor. Además, las quemaduras en determinadas zonas, como quemaduras que afectan a la cara, manos, pies, genitales o articulaciones importantes, se consideran de mayor riesgo debido a posibles complicaciones.
De lesiones leves a quemaduras graves
Las quemaduras se pueden agrupar en diferentes grados según su gravedad. Las quemaduras de primer grado solo afectan la capa superior de la piel (superficial), las quemaduras de segundo grado alcanzan capas más profundas (quemaduras de espesor parcial o total) y las quemaduras de tercer grado implican una lesión de espesor total y afectan los tejidos subyacentes. Las lesiones eléctricas pueden ocurrir por contacto con corrientes eléctricas y las lesiones por inhalación pueden deberse a la inhalación de humo en incendios.
La Asociación Estadounidense de Quemaduras informa que sólo en los Estados Unidos, se estima que 486.000 personas reciben tratamiento médico por lesiones cada año. El tratamiento y manejo de las lesiones térmicas es importante.
Tratamiento y manejo de lesiones por quemaduras térmicas
A continuación se proporciona un enfoque paso a paso para el tratamiento y manejo de lesiones térmicas, incluidas quemaduras químicas y por llamas, líquidos hirviendo por inmersión, quemaduras y quemaduras graves similares:
- Evaluar la gravedad de la quemadura. Averigüe si se trata de quemaduras térmicas de primer grado o de tercer grado. Esto determinará el tratamiento posterior.
- Retire al paciente del origen de la quemadura. Detener más daño tisular.
- Enfríe la quemadura con agua fría durante 10 minutos. No usar hielo ni agua fría: puede causar más daño.
- Proteja el área quemada con un paño o apósito antiadherente. Sin materiales adhesivos.
- Trate el dolor con medicamentos orales o intravenosos recetados por profesionales médicos.
- Consulte a un profesional de la salud; según la gravedad, puede ser necesario un trasplante de piel, atención especializada en una unidad de quemados o cirugía.
Detalles únicos:
- La herida por inhalación requiere atención médica inmediata.
- Es posible que las quemaduras eléctricas no sean visibles.
- Las quemaduras químicas necesitan tratamientos específicos.
- Las quemaduras por radiación necesitan atención especializada.
Para ayudar a controlar las quemaduras térmicas:
- Siga las técnicas adecuadas de primeros auxilios.
- Mantenga limpias las heridas por quemaduras para reducir la infección.
- Utilice métodos de alivio del dolor bajo orientación médica.
- Proporcionar apoyo emocional.
Siga estos pasos para mejorar el control del dolor, reducir el riesgo de complicaciones y mejorar los resultados de curación.
Complicaciones y riesgos potenciales de las lesiones térmicas
Las quemaduras graves, como las de tercer grado, pueden causar daño tisular extenso y muerte celular. El shock por quemaduras, una afección en la que el cuerpo entra en shock debido a la pérdida de líquido, puede ocurrir y provocar insuficiencia orgánica si no se trata a tiempo. Las lesiones por inhalación de humo o gases tóxicos pueden dañar las vías respiratorias y los pulmones, provocando dificultad o pérdida respiratoria. Las lesiones eléctricas pueden afectar los órganos internos y provocar arritmias cardíacas o complicaciones neurológicas. Las quemaduras causadas por la exposición a sustancias químicas provocaron lesiones en los tejidos y otros problemas, como infecciones o retraso en la cicatrización de las heridas.
Además, la angustia psicológica es un riesgo. La ansiedad, la depresión o el trastorno de estrés postraumático se pueden experimentar como resultado de una quemadura importante. El proceso de recuperación puede ser un desafío para el paciente y sus seres queridos física, emocional y mentalmente.
Es esencial obtener atención médica de inmediato en caso de lesiones térmicas. La atención retrasada puede empeorar la situación y aumentar el riesgo de complicaciones. Si usted mismo sufre una lesión grave por calor, no dude en buscar ayuda. Su bienestar es esencial y la intervención temprana es la clave para una recuperación exitosa. Recuerde, siempre es mejor prevenir que curar, pero si no sigue las pautas de seguridad, ¡una quemadura térmica puede ser más caliente que un burrito de microondas!
Prevención de lesiones por quemaduras térmicas
Seis pasos para prevenir quemaduras térmicas:
- Esté alerta al tratar con cosas calientes.
- Use guantes de cocina o guantes para superficies y utensilios de cocina calientes.
- Mantenga a los niños alejados de electrodomésticos calientes, estufas y llamas abiertas.
- Configure el calentador de agua por debajo de 120 grados F (48 grados C) para evitar quemaduras.
- Pruebe los alimentos y líquidos antes de comerlos o servirlos.
- Instale alarmas de humo en cada piso y pruébelas.
Estrategias únicas:
- No use ropa holgada mientras cocina.
- No dejes de cocinar mientras usas aceites o grasas.
- Mantenga los materiales inflamables alejados del calor y las llamas.
Otras sugerencias:
- Utilice cerraduras en hornos y estufas para niños.
- Conozca los diferentes tipos de quemaduras y sus causas.
- Priorice la seguridad y manténgase alerta para reducir el riesgo de lesiones térmicas.
Conclusiones
Las quemaduras térmicas pueden dañar la piel desde una quemadura pequeña hasta quemaduras profundas parciales, de espesor e incluso quemaduras de espesor total. El calor, los productos químicos, la electricidad o la radiación son algunas de las causas de las quemaduras. La extensión de una quemadura a menudo se juzga por el área del cuerpo afectada y la profundidad de la quemadura.
Los pacientes quemados pueden sufrir mucho daño, especialmente con quemaduras profundas; sin embargo, es posible que las quemaduras menores no duelan mucho. El dolor es una parte importante de la atención de un paciente quemado y se puede tratar de diferentes maneras, como analgésicos y terapia con agua.
Los centros de quemados especializados son vitales para el tratamiento de quemaduras térmicas graves. Tienen el conocimiento y los recursos para atender a las víctimas de quemaduras a fondo. Los posibles tratamientos pueden incluir limpieza de heridas, trasplante de piel y seguimiento continuo de complicaciones como infección o muerte de células tisulares.
Las lesiones por inhalación son otra preocupación para los pacientes quemados, particularmente aquellos expuestos al humo u otros vapores tóxicos. Este tipo de lesión necesita atención médica inmediata para garantizar una buena función respiratoria.
Veamos una historia real para comprender mejor el impacto de las lesiones térmicas. John estaba trabajando en una fábrica cuando un derrame químico provocó una explosión. Sufrió quemaduras térmicas de tercer grado en manos, brazos y cara. Lo llevaron rápidamente a una unidad especializada en quemados cercana, donde lo sometieron a múltiples cirugías y cuidados de rehabilitación. A pesar de experimentar un dolor extremo durante su proceso de curación, John estaba decidido y concentrado en su fisioterapia. Su perseverancia dio sus frutos y finalmente recuperó el movimiento de sus extremidades y volvió a la vida cotidiana.
La historia de John nos cuenta sobre los desafíos físicos de los pacientes quemados y su increíble fuerza y dedicación durante su viaje de recuperación. Es un recordatorio de la importancia de la atención médica especializada que ofrecen los centros de quemados para ayudar a las personas a superar lesiones graves por quemaduras.